INFANTIL

La infancia es un momento único para el desarrollo tanto intelectual como emocional. Sabemos que quieres lo mejor para los tuyos, ¿quieres que te ayudemos?

Comportamiento y emociones

A veces los niños se portan mal, reclaman atención, tienen miedos, están tristes, son perfeccionistas o tienen angustia y no saben ni lo que es ni cómo expresarlo. Las teorías sobre la educación avanzan y la gente que habla de esto también, lo que hace que veces no sepamos si lo estamos haciendo bien o no y qué deberíamos hacer a cambio.

Evaluaremos el problema y te daremos pautas para que cambiéis la forma de funcionar en casa. Así mismo, trabajaremos con el niño para que identifique sus síntomas de ansiedad o sus emociones de rabia o de miedo y aprenda a gestionarlos. El trabajo con los pequeños se hace, habitualmente, con cuentos, juegos y dibujos. Mediante ellos, podemos tanto evaluar de forma correcta, como ayudarles a entender situaciones sin entrar directamente en el conflicto que les está provocando angustia.

Ansiedad, miedo y depresión

Muchos de los problemas en la infancia están relacionados con el desarrollo de su autonomía, con la demanda de atención hacia los padres o con la dificultad para gestionar las emociones: no saben identificarlas o no saben cómo tienen que calmarse. Sin embargo, no debemos menospreciar la ansiedad y la depresión en la infancia. Debemos darle la importancia que tiene a cada caso.

Detrás de un dolor de cabeza o de barriga, puede haber una ansiedad. Es habitual que niños muy sensibles, con hiperresponsabilidad o perfeccionistas desarrollen síntomas de ansiedad. Estos síntomas suelen ser psicosomáticos o que se manifiestan a través de problemas corporales. Si lo piensas, cuando estamos angustiados por algo, es habitual sentir como un vacío en el estómago.

El miedo es otro de los problemas comunes en los niños. Existen miedos evolutivos, normales -a la oscuridad, a los extraños, a los monstruos, al abandono-, que desaparecen naturalmente, y otros que indican que algo no va bien. Te podemos ayudar a aliviar ambos.

Rendimiento escolar y dificultades del desarrollo

¿Te preocupa el rendimiento escolar de tu hijo? ¿Te dicen que tiene problemas para concentrarse?

Déficit de atención e hiperactividad

Cuando a un niño le cuesta prestar atención pueden estar influyendo muchas cosas. Cosas que ocurren en casa, con sus emociones, con el colegio, o con un problema de desarrollo del niño. El déficit de atención con o sin hiperactividad tiene tratamiento y te podemos ayudar con diferentes herramientas: pautando cambios de comportamiento, trabajando la planificación y educando la atención. Sin embargo, y a pesar de que todo lo anterior le debe costar mucho al niño, lo que más influye son cosas de la vida diaria como la cantidad de despistes que tienen (que hacer perder los nervios a los de alrededor, llegando a pensar que lo hacen a propósito), o la gran dificultad para planificar, lo que les hace llegar tarde o encadenar una cosa con otra sin llegar a centrarse.

Dislexia

¿Le cuesta mucho alguna asignatura en especial? ¿tiene dificultades para la lecto-escritura? Otra de las dificultades comunes de la infancia es la dislexia o un trastorno específico del aprendizaje (lectura, escritura o matemáticas). Para estos problemas debe haber un buen diagnóstico, cuanto más precoz mejor, para reforzar todas aquellas dificultades que pueda encontrar el niño. La primera dificultad que encontraremos habitualmente es al empezar a leer y escribir, pero es habitual encontrar niños más mayores o adultos que no han sido diagnosticados. Tanto a nivel escolar como en el día a día, estos problemas tienen tratamiento concreto. Nosotros te lo enseñamos.

Autismo

El trastorno del espectro del autismo es un problema de la comunicación, movimientos estereotipados e intereses restrictivos. Es un problema del desarrollo neuronal, nadie ha hecho nada mal. Sin embargo, hay mucho trabajo que hacer que puede ayudar tanto de forma personal al niño como a la familia. Podemos hacer una valoración.

Inteligencia

Nos gustaría hablar también de la inteligencia. Existen dos formas de salir de la media: la discapacidad intelectual y las altas capacidades. A nivel académico es obvio que un niño con una discapacidad intelectual va a tener dificultades, lo que no sólo se queda ahí, sino que provoca problemas de autoconfianza, de relación con los demás o con las emociones, así como conflicto en el hogar y muchas veces acoso escolar. Debemos estar atentos y buscar un diagnóstico precoz.

Las altas capacidades son difíciles de detectar de forma informal, porque no existe un patrón único y claro. A nivel académico pueden tener un alto rendimiento o no, a veces por falta de motivación, por querer ser como los demás u otras circunstancias, llegando incluso al fracaso escolar. A nivel emocional y de relación con sus compañeros pueden existir muchos conflictos. Ambos necesitan una buena evaluación y valoración para adaptar tanto la enseñanza en el colegio, como su estimulación y la gestión de conflictos en casa.